1T – 2021
Por el lado macro todas las encuestas e indicadores de sentimiento económico indican que la recuperación global está en marcha y, de hecho, va a ser bastante fuerte. Aunque el ritmo de vacunación no es homogéneo en los países desarrollados, va avanzando en todos ellos y augura una pronta reapertura de las economías que traerá una recuperación económica que si bien es típica tras recesiones como la vivida el año pasado tiene varios factores que pueden hacerla todavía más fuerte: el alto nivel de ahorro de las familias, que podría ir directamente al consumo, unos bancos centrales con mucha paciencia para mantener políticas monetarias muy expansivas, políticas fiscales también muy expansivas y la sincronía de la gran mayoría de economías en la recuperación que amplificaría sus efectos.
La única cruz de la moneda vendría de los efectos potenciales sobre la inflación de este cóctel económico pero no hay que olvidar que en principio solo sería un incremento de la inflación temporal, que los principales bancos centrales ya han dicho que lo van a tolerar y que mirarán más allá y, por tanto, no subirán tipos de interés y que llevamos muchos años luchando contra un escenario muy dañino de deflación por lo que algo de inflación puede ser hasta positivo.
Los mercados de renta fija han reaccionado claramente ante este escenario y el activo que mejor lo ha mostrado ha sido el bono a 10 años del gobierno de Estados Unidos que en el trimestre ha pasado del 0,91% al 1,74% con la consiguiente subida de la pendiente de la curva de tipos. En Europa el efecto ha sido mucho menos marcado con el bono a 10 años del gobierno alemán pasando del -0,57% al -0,29%.
En los mercados de renta fija privada la estabilidad en los diferenciales de crédito ha sido muy alta debido a la constante intervención vía compras en mercado de los principales bancos centrales y a la búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores en unos mercados que tienen una parte importante del total de bonos emitidos en EUR en rentabilidades negativas.
Esta subida de tipos no ha evitado que las bolsas continuaran su escalada fundamentada en la futura recuperación económica y, por tanto, de beneficios empresariales. Lidera la subida el mercado europeo con un EuroStoxx50 subiendo en el trimestre un 10,3%, el S&P500 sube un 5,8% mientras que los mercados emergentes suben un 2% afectados negativamente por la subida de tipos en EE.UU. y la apreciación del USD.
El USD se aprecia casi un 4% respecto al EUR mientras que el oro pierde un 10% en el trimestre y el crudo sube un 10,6%.
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