3T – 2021
La situación que estamos viviendo en el contexto económico global es bastante extraordinaria y, esperemos, que temporal. La demanda no da señales de desfallecimiento apoyada en la reapertura total de la gran mayoría de los países y las altas tasas de ahorro generadas en los pasados meses. Pero todos los problemas están viniendo por el lado de la oferta. El brutal parón de las cadenas productivas y de abastecimiento así como de la inversión ha causado un caos que, en un mundo tan globalizado, está siendo complicado de solucionar. Esto, a su vez, está provocando una subida de la inflación hasta niveles no vistos desde hace muchos años. Los bancos centrales están constantemente mostrando su paciencia y señalando que este repunte de la inflación es temporal y no es necesario que suban tipos inmediatamente pero los mercados financieros tienen muchas dudas al respecto.
A su vez, China sigue dando señales bastante negativas. Su crecimiento económico está por debajo de lo esperado, empezamos a ver señales preocupantes en un mercado privado de crédito altamente apalancado (Evergrande) y el intervencionismo del gobierno en la economía ha tomado un nuevo y bastante radical impulso.
Con todos estos ingredientes en la coctelera, el trimestre se ha resuelto en tablas tanto para casi todos los activos. La única excepción es el índice de bolsas emergentes que cae un -8,84% en el trimestre arrastrado por la fuerte caída de la bolsa china. El resto de bolsas mundiales, los bonos a largo plazo de los gobiernos de EE.UU. y de Europa, el petróleo, el oro y la cotización de las principales divisas (EUR/USD) se mantienen sin apenas cambios.
Como viene pasando desde la gran crisis financiera de 2008, la pelota está en el tejado de los principales bancos centrales, especialmente de la Reserva Federal de EE.UU. Los problemas de oferta comentados se irán arreglando con el tiempo, reduciendo en su mayor parte el repunte inflacionista, pero si los bancos centrales empiezan a mostrar dudas al respecto y dejan translucir la posibilidad de cercanas subidas de tipos de interés estarán poniendo la primera piedra para el final de este ciclo económico. Por el contrario, si insisten en la temporalidad y excepcionalidad de esta situación, mantienen los tipos en cero o negativos y la inflación se desboca y se hace estructural, las consecuencias económicas también serán drásticas. Velemos, pues, por su buen juicio y acierto.
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